12 propuestas de cine para Semana Santa

Junto a propuestas clásicas, otras que merece la pena considerar

¿Se acuerdan de esas parrillas televisivas que proyectaban Semana Santa tras Semana Santa las mismas películas? Eran de esas cosas que parecían mostrar los pilares estables del orbe. Los tiempos han cambiado, y esas cintas han pasado a mejor gloria. Recuperamos algunos títulos adecuados a este período, y que afrontan a Cristo desde distintos acentos.

  1. La pasión de Cristo (2004): Obra maestra conmovedora y nada gazmoña que puede ayudar en estos días tanto como cualquier lectura o pieza musical; puede ser más cercana al público joven que un Stabat Mater o una Pasión de Bach. Basada en los Evangelios y en las revelaciones privadas de Emmerich y María de Ágreda, así como en el rostro de la Sábana Santa, tiene los matices propios de Gibson: naturalismo puro que apuesta por los idiomas originales y por la atención gore a los suplicios de Cristo; sangre que salpica la pantalla, pero también visión mariana y un mensaje claro: Cristo hace nuevas todas las cosas.

  1. El evangelio según San Mateo (1964): Maravillosa e imprescindible cinta de Pasolini. Dedicada a Juan XXIII, es una versión neorrealista, sencilla y sincera, simple, periférica. Pasolini tira de pobres y analfabetos. L’Osservatore Romano ha calificado al director como «un padre de la Iglesia en película: Pasolini se convierte en maestro de la fe mediante imágenes». Según el papa Francisco, es la mejor obra sobre Jesús en la historia del cine.

  1. Ben-Hur (1959): Una de nuestras favoritas. La joya de los amantes del péplum y del arte total. Colosal y a la vez íntima. Es una de esas cintas que hay que ver como mínimo cinco veces antes de morir. Cuenta las relaciones entre el romano Messala y el judío Ben-Hur mientras Jesús está en la tierra; un Jesús que no vemos directamente pero que marca toda la vida del protagonista y de su familia. Un Cristo que cambia la vida de las personas y que salva al mundo mientras este se entretiene con sus luchas de poder. ¿Hay alguien que no recuerde la memorable carrera de carros?

  1. El hombre que hacía milagros (2000): Imprescindible. Producida por Mel Gibson, es una de las mejores cintas sobre la vida de Cristo. Y eso que es una animación de muñecos de plastilina. Fiel a los Evangelios, e imaginativa, tiene fuerza y es capaz de mostrar los matices humanos y divinos de Jesús de un modo atractivo y adecuado para niños.

  1. Jesús de Nazaret (1977): La obra de Franco Zeffirelli sigue siendo una de las mejores aproximaciones a la vida de Jesús. Es una miniserie de televisión y no una película; tómenla con calma, porque dura lo suyo. Realista y conmovedora, tiene un reparto de lujo con Robert Powell, Anthony Quinn, Laurence Olivier y Claudia Cardinale. Un recorrido fiel por los Evangelios, con añadidos que no desencajan. En algunos momentos quizá sobre cierto misticismo en Jesús.

  1. Rey de reyes (1961): Nunca antes se habían utilizado tantos medios para narrar la vida y muerte de Cristo. Resultado espectacular, colosal e inteligente; no debe sorprender siendo producto del bohemio y genial Nicholas Ray (el de Rebelde sin causa). Aproximación psicológica, sin ñoñerías y respetuosa a los mensajes evangélicos, con inspiraciones de Tácito. Rodada en España, cuenta con Carmen Sevilla como María Magdalena.

  1. La túnica sagrada (1953): Primera película de la historia en Cinemascope. Basada en la novela de Lloyd C. Douglas, y protagonizada por Richard Burton, cuenta la historia de Marcelo Galio, un tribuno romano enviado a Palestina como castigo; toda circunstancia es buena si se aprovecha bien, y Marcelo acabará estando al pie de la cruz de Cristo, al que se convierte. Sin lugar a dudas, uno de los mejores espectáculos bíblicos.

  1. Barrabás (1961): ¿Han leído el maravilloso libro homónimo del Premio Nobel Pär Lagerkvist? Pues esta es su recreación fílmica con un Anthony Quinn que se sale, como protagonista. Superproducción sobre Barrabás, y sus suplicios tras ser indultado por Poncio Pilato. Véanla, no aburre. Tormento tras tormento, y acción a mansalva. Es de esas películas que aportan.

  1. Espartaco (1960): Kucrick y Douglas. ¿Hay que decir más? Magistral, impresionante. Épica de un esclavo como libertador de esclavos y emociones a flor de piel, sobre todo en esas últimas escenas con la crucifixión en masa (¡buf!). Una apasionante película sobre la una afirmación: la libertad es el don más grande que los cielos dieron al hombre.

  1. Los 10 mandamientos (1956): Último trabajo de Cecil B. DeMille, a los 33 años de su primera versión. La vida de Moisés, y sus cambios, con un gran Charlton Heston y un magnífico Yul Brinner. ¿Quién no recuerda las dos paredes de agua entre las cuales huyen los israelitas? Fuerza narrativa para contar la liberación de Egipto y las promesas de Dios a su pueblo. Para los más pequeños, hay una versión animada de la vida de Moisés en la imprescindible El Príncipe de Egipto (1998).

  1. Las sandalias del pescador (1968): Entrañable, pedagógica e inteligente, con un Atnhony Quinn memorable y convincente. Película profética de los tiempos futuros de la Iglesia y de un papa incluso que vendría de un país lejano. Tiene discursos sobre la periferia y la descentralización propios del actual magisterio de Francisco.

  1. La última tentación de Cristo (1988): Cine existencialista, que se puede ver con cierto criterio. Versión blasfema de Cristo según Juan Pablo II. Indignó a Madre Teresa de Calcuta y a Franco Zeffirelli. Vale la pena revisitar la polémica cinta de Scorsese, ahora que con Silencio el director parece haber hecho un cierto recorrido humano. Propone a un Jesús arriano, histriónico y constructor de las cruces que utilizan los romanos. Un Cristo sin divinidad, desleal, orgulloso, apocado, incapaz de verdad, y que acabará rebelándose contra Dios. Dura, árida, y con interpretaciones magníficas de Dafoe, Keitel y David Bowie.

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